jueves, 10 de abril de 2014

ESTRÉS FELINO? EVITALO

¿CUAL PUEDE SER EL ORIGEN DEL ESTRES EN LOS GATOS?

Desde el punto de vista biológico los gatos son, en general, animales solitarios y territoriales. Así, cualquier cambio que afecte a su entorno, puede ser causa e estrés.
Una mudanza, obras en el domicilio, la llegada de un nuevo miembro a la familia (p.e un bebé, un perro, un gato), el simple hecho de convivir con otros gatos en un espacio reducido y la visita al veterinario, son algunas de las situaciones más comunes en  las que un gato puede manifestar estrés.

Nuestros gatos no pueden comunicarnos verbalmente como se sienten. Sin embargo los cambios en su comportamiento pueden indicarnos que algo sucede.
Un gato puede manifestar estrés de formas muy diferentes y unas son más fáciles de reconocer que otras. Además, las manifestaciones más visibles de estrés pueden variar mucho de un animal a otro, tanto en su naturaleza como en su intensidad.


  • Disminucion de la actividad general.
  • Disminución del apetito.
  • Disminución del juego.
  • Aumento o disminución de la conducta de grooming (acicalamiento)
  • Aumento de la agresividad.
  • Aumento de las vocalizaciones (maullidos)
  • Marcaje con orina.

En primer lugar deberíamos tratar de descubrir la causa de estrés de no poder ser eliminada por completo, al menos debería tratar de reducirse su impacto sobre el gato. En caso de que su gato padezca un problema de estrés consulte a su veterinario.




Un entorno estable y acondicioneado para cubrir sus necesidades ayudará a mejorar el bienestar de su gato. Los primeros meses son decisivos. Desde la primera visita al veterinario solicite su consejo sobre como educar a su gato y cómo prevenir problemas de comportamiento.

Recomendaciones generales:
  • Permitir al gato acceder a zonas elevadas y lugares donde pueda esconderse.
  • Promover el juego con bolas de papel o juguetes diseñados para gatos.
  • Esconder comida en ciertos lugares para potenciar la conducta exploratoria del gato.
  • Evitar en la medida de lo posible cambios en el entorno. Si no puede evitarse, es muy importante que dichos cambios se realicen de forma progresiva.
  • Eliminar cualquier forma de castigo.
  • No forzar la interacción con el gato. Debe ser siempre el gato el que decida el grado de contacto que desea mantener con las personas.
  • En relación con la alimentación, es preferible que el gato tenga alimento varias veces al día.

IDENTIFICACION DEL MALTRATO ANIMAL

El maltrato a los animales comprende una gama de comportamientos que 
causan dolor innecesario, sufrimiento o estrés al animal, que van desde la 
negligencia en los cuidados básicos hasta el asesinato malicioso e 
intencionado. Cada año, un elevado número de animales son víctimas de 
maltratos indirectos (negligencia en los cuidados básicos: omisión en la 
provisión de refugio, alimentación y/o atención veterinaria adecuada) o de 
maltratos directos (omisión intencional de proporcionar los cuidados básicos 
o tortura, mutilación o asesinato malicioso del animal). El mencionado 
abuso es un problema social de grandes dimensiones que no solo afecta a 
aquellos animales víctimas de esta violencia sino a todos los miembros de 
nuestra sociedad. 

En primer lugar, sus víctimas son seres sensibles capaces de experimentar 

dolor, sufrimiento y estrés. La ansiedad es una causa importante 
generadora de dolor, estrés y por lo tanto, de sufrimiento. En este sentido, 
Gray proporciono un fuerte argumento a favor de la existente similitud 
entre la ansiedad en humanos y en animales. Los resultados obtenidos en 
sus estudios de distintas drogas indican que un estado emocional, análogo a 
la ansiedad humana, ocurre también en los mamíferos. 

En segundo lugar, la condición de inferioridad que poseen los animales en 
nuestra sociedad, nos hace aun más responsables de su bienestar. Según 
Aristóteles, el universo está dispuesto de acuerdo a una jerarquía racional. 
Aquellos seres racionales –los hombres- ocupan los niveles superiores en la 
jerarquía y, por lo tanto, tienen el derecho de reinar sobre los seres que se 
encuentran por debajo de ellos. A pesar de que las distintas partes de la 
jerarquía del universo son desiguales, todas y cada una de ellas son 
esenciales para el adecuado funcionamiento del universo. El perjuicio de 
una parte de la acarrea consigo consecuencias negativas para el todo. Por 
lo tanto, la supremacía del hombre trae aparejada una obligación, una 
responsabilidad, que es la de cumplir con la función de guardián de las 
especies inferiores a él. Esta línea de pensamiento propone que los 
animales no son iguales que los hombres y, por lo tanto, no deben ser 
tratados como tales. Sin embargo, esto de ninguna manera implica que el 
hombre tiene derecho a maltratar a los animales, sino que debe cumplir su 
función de guardián a fin de que todas las partes de la jerarquía del 
universo coexistan libres de males. Por lo tanto, aun la teoría más 
tradicional que sostiene la supremacía del hombre sobre los animales, 
requiere la provisión de un trato adecuado y humanitario hacia ellos. 

En tercer lugar, la literatura psicológica, sociológica y criminológica ha estado  
analizando la idea de que el maltrato a los animales está íntimamente 
vinculado a la violencia interpersonal. Según estos estudios, que se vienen 
realizando desde hace más de treinta años, la gran mayoría de los 
abusadores comparten una historia de castigo parental brutal y rechazo, 
crueldad hacia los animales y violencia contra personas. 
El psiquiatra Alan Felthous, junto con otros colegas, ha identificado una 
tríada constituida por el abuso físico por parte de los padres, crueldad hacia 
los animales, y violencia hacia las personas. En gran parte, los estudios 
basados en el abuso animal y criminología adulta, muestran que las 
primeras instancias de crueldad hacia los animales tienen lugar temprano 
en la vida del abusador. 
Según la antropóloga, Margaret Mead (1964), “Una de las cosas más 
peligrosas que le puede pasar a un niño es matar o torturar a un animal y 
salirse con la suya.” Casi todos los niños atraviesan una etapa de crueldad 
“inocente”, en la cual pueden lastimar insectos u otros animales pequeños 
en el proceso de explorar el mundo y descubrir sus habilidades. La mayoría 
de los niños, sin embargo, con la guía adecuada de los padres y maestros, 
se tornan sensibles al hecho de que los animales pueden sentir dolor y 
sufrir. Algunos, sin embargo, parecen quedarse encerrados en un patrón de 
crueldad que generalmente va escalando con la edad y se manifiesta en la 
madurez en la forma de violencia hacia las personas. 

Debido a que el maltrato hacia los animales constituye un aviso sobre la 
posible existencia de otras formas de violencia y que maltratar a seres 
capaces de experimentar dolor y estrés es inaceptable en una sociedad 
civilizada, nos proponemos analizar el problema de la crueldad hacia los 
animales y su vinculación con la violencia interpersonal. Este estudio tiene 
dos objetos específicos para los cuales se realizaron dos investigaciones 

distintas. El primer objetivo pretende caracterizar la crueldad hacia los 
animales, identificando quienes son las víctimas más comunes, los 
ofensores y qué tipo de crueldades se cometen a fin de determinar 
tendencias o factores que podrían contribuir a este tipo de violencia. El 
segundo objetivo es analizar el posible vínculo existente entre la crueldad a 
los animales y otros tipos de violencia interpersonal. 

Otro estudio realizado en casas de acogida de mujeres maltratadas y en 
mujeres que tenían animales de compañía, mencionan en un 77% de los 
casos que su agresor también maltrataba a los animales y lo que es más 
doloroso, en un 32% sus hijos también les habían causado daños (Ascione, 
1998). 
En otra investigación se mostró que los delincuentes violentos encarcelados 
en una prisión de máxima seguridad habían realizado en su infancia mas 
actos violentos frente a los animales que otros delincuentes no violentos 
(Merz-Pérez, Heide, & Silverman, 2001). 
Otro aspecto novedoso es la correlación existente entre el maltrato animal y 
la situación de exclusión social en determinados individuos, como son las 
personas con el Síndrome de Diógenes y/o el atesoramiento de animales. 
Estas evidencias científicas mencionan en todos los casos la importancia del 
veterinario en la detección precoz de estos signos, así como elemento 
asesor capaz de dar soluciones imaginativas a este problema. 
Diversas organizaciones ofrecen amplia documentación sobre la relación de 
maltrato animal y violencia domestica: 
www.tufts.edu/vet/cfa/hoarding/ 

lunes, 27 de enero de 2014

Como, cuando y porque desparasitar a nuestras mascotas





Los parásitos, son seres vivos que viven a costa de otro ser vivo superior (llamado por ello hospedador), habitando dentro o sobre ellos y alimentándose de partes de su organismo o de sustancias alimenticias ingeridas por éstos. A los parásitos que viven sobre el animal hospedador reciben el nombre de parásitos externos; los que viven dentro del hospedador, son los parásitos internos. Las mascotas se infestan con parásitos bien al entrar en contacto directo con otros animales parasitados o bien al pasear por zonas contaminadas con huevos o con larvas de estos parásitos (también por ingestión al chupar el suelo u otras superficies). 

Tanto los parásitos internos como externos de las mascotas y humanos son potencialmente molestos y peligrosos por tres motivos: 

1. Porque por sí mismos, estos parásitos pueden ocasionar directamente lesiones sobre el organismo. Por ejemplo, los gusanos intestinales provocan vómitos, diarreas, adelgazamiento crónico e incluso pueden ocasionar la muerte por acumulación y formación de bolas que se atascan dentro del tubo intestinal. Otro ejemplo, las pulgas pican sobre la piel del animal, provocando un gran malestar, y ocasionando lesiones importantes en la piel a causa del rascado y de las alergias a su saliva; además, consumen mucha sangre si se encuentran en gran número, por lo que pueden ocasionar anemia y debilidad en los animales afectados. 

2.
 Porque muchos son transmisores de otras enfermedades infecciosas (que albergan en su interior y que transmiten al hospedador cuando le pican o cuando penetran en él), que pueden poner en grave riesgo la vida de las mascotas y de sus propietarios. 

3.
 Finalmente, porque interfieren con la capacidad de inmunización de las vacunas. Una vacuna, aplicada sobre un animal previamente parasitado, es muy probable que no tenga un buen efecto sobre el animal, quedando este desprotegido frente a las enfermedades contra las que se pretendía vacunar. 

Existen muchos parásitos que son zoonosis, o sea, que pueden afectar tanto a nuestras mascotas como a nosotros mismo, los humanos. En las personas, los riesgos son exactamente los mismos que en las mascotas, ya vistos. Los parásitos pueden pasar de las mascotas a las personas de diversas maneras (por contacto, por ingestión…), siendo los niños, las mujeres embarazadas, los ancianos y los enfermos (sobre todo inmunodeprimidos), los grupos que corren más riesgo de adquirir una de estas parasitosis. En los niños, el riesgo es doble, porque muchas veces no conservan las normas básicas de higiene, como lavarse las manos después de haber tocado a un animal o evitar llevarse a la boca objetos que han estado en contacto con estos animales parasitados. 
Para minimizar estos riesgos que corren tanto mascotas como personas, la medida básica que se debe exigir al sector clínico veterinario y a los propietarios de mascotas es una correcta y adecuada desparasitación de los mismos, con el uso de fármacos antiparasitarios especialmente diseñados para nuestros animales domésticos. Para estar bien seguros, siempre se debe recomendar realizar una desparasitación preventiva (o sea, no sólo hay que desparasitar a la mascota después de que coja los parásitos, sino que hay que evitar que los cojan). Ya no es sólo una cuestión de bienestar y salud del animal, sino que también es una cuestión de salud pública. 

Un buen protocolo de desparasitación preventiva debe tener en cuenta el ciclo de vida del parásito que se quiere prevenir. Como nuestras mascotas pueden estar afectadas por varias especies diferentes de parásitos, la frecuencia de administración del antiparasitario se debe adaptar siempre en relación con los parásitos cuyo ciclo de vida es más corto. El veterinario clínico es el profesional que conoce los protocolos y los productos que mejor se adaptan a cada enfermedad, por lo que debe ser él el que establezca las pautas de desparasitación para cada animal y estación del año. En cualquier caso, a nivel internacional existen 2 asociaciones de expertos en Parasitología de Animales de Compañía que son las encargadas de marcar las directrices y recomendaciones para conseguir una adecuada desparasitación de nuestros animales. Una es Americana (CAPC- Companion Animal Parasite Council) y la otra Europea (ESCCAP- European Scientific Counsel of Companion Animal Parasites). 

Las características ideales que debería reunir el producto antiparasitario ideal son:
 
- Cuanto más amplio sea el espectro mejor (cuanto mayor número de especies diferentes de parásitos cubra, mejor). Si el espectro es corto, habrá que administrar muchos productos diferentes para poder tener a la mascota y a la familia protegida. 
- El fármaco tiene que tener una gran eficacia. Cuanto más cercano al 100%, mejor (100% significa que elimina a todos y cada uno de los parásitos que podría tener el animal). Dentro de los antihelmínticos (antiparasitarios para los gusanos intestinales) los fármacos más efectivos serán los que comiencen a actuar desde los primeros tramos del intestino, de forma que no se dejen atrás ninguno. 
- Al mismo tiempo, debe ser una sustancia que no sea nociva para nuestro animal, que no provoquen efectos secundarios ni en la mascota (vómitos, diarreas, malformaciones en los fetos, abortos, signos nerviosos, daños hepáticos o renales, irritaciones de la piel) ni en las personas que los administran. Entre los productos antihelmínticos que se administran por la boca del animal, los fármacos más seguros son aquellos que no se absorben desde el intestino, ya que si se evita el paso a sangre y al resto del organismo. 
- Por último, que sea fácil de administrar (para que nuestra mascota lo acepte bien): 
o Tamaño del comprimido no demasiado grande (para que no lo escupa fácilmente) pero tampoco demasiado pequeño (difícil de manejar). 
o Que no tenga mal sabor.

 
o
 Con forma alargada y que se deslice fácilmente en la garganta, para que sea fácil de tragar. Muchos antihelmínticos en comprimidos comienzan a deshacerse nada más entrar en contacto con la saliva, por lo que los perros y gatos son capaces de escupirlos, y luego son difíciles de volver a dar, porque se han convertido en una papilla y son prácticamente inmanejables (por lo que habrá que gastar un nuevo comprimido). 

En cuanto a la pauta de administración, las Guías de Buenas Prácticas recomiendan la desparasitación mensual de las mascotas, sobre todo si en el hogar existe algún familiar dentro de los considerados grupos de riesgo (niños, ancianos…). Esto se debe a que la mayoría de parásitos tiene un ciclo de vida cercano a 1 mes. En cualquier caso, será el veterinario clínico quien mejor valore la situación de cada animal en concreto, pudiéndose plantear una pauta de desparasitación cada 3 meses (4 veces al año, una por estación). Se ha demostrado que hacer una desparasitación de menos veces al año (1 ó 2 veces al año), no tiene ningún efecto sobre la presencia de parásitos en las heces y en el ambiente, por lo que esta práctica, en principio, está totalmente desaconsejada. 


viernes, 20 de diciembre de 2013

Campaña un perro no es un juguete

CAMPAÑA UNA MASCOTA NO ES UN JUGUETE

Es muy común que en Navidad se regale a los más pequeños de la casa un animal de compañía. También suele ocurrir en otras fechas especiales (aniversario, cumpleaños).
Según las estadísticas, durante el año siguiente al ser recibidas como regalo, los propietarios se desprenden  de la mitad de las mascotas. En España ha aumentado el abandono de animales en  un 8,6 % y han disminuido las adopciones, en unas 6.200 menos.
En muchas ocasiones comprando animales estamos lucrando a comerciantes sin escrúpulos. En otras comunidades se ha legislado en este sentido exigiendo a las tiendas unos requisitos para alojar y cuidar a los animales, y prohibiendo la exposición de los animales en los escaparates porque incitan a la compra compulsiva.
Todos conocemos  través de lo medios de comunicación el horrible comercio de animales que vienen de los países del este en unas condiciones lamentables y con documentación falsa. 

Para ello es necesario que nos demos cuenta que un animal no es un regalo sino un ser vivo. 
Se estima que más de 250.000 animales serán regalados durante estas Navidades en España. Y de estos animales,más de 100.000 perros serán abandonados, principalmente durante su primer año de vida.
Es importante ser consciente de que un animal no es un juguete y que necesita una serie de cuidados que implican cierta responsabilidad por parte de quien vaya a ser su dueño. Y es importante, además, hacérselo ver a los pequeños, pues tras la alegría inicial muchas personas ven que no pueden cuidarles y suelen optar por la decisión más sencilla, el abandono
Si, a pesar de todo, se está convencido de que se le podrá dar al animal todo lo que necesita, la mejor elección es la adopción. Este sistema permite disminuir el número de animales que se encuentran en la Protectora o en la Perrera municipal por el creciente número de abandonos
En total, el pasado año se recogieron 115.879 perros, un 2 por ciento menos que al año anterior, y 35.794 gatos, un 7,9 por ciento menos.  Pero aunque estas cifras suponen un leve descenso, el abandono de animales se mantiene en cifras alarmantes, ya que se estima que cada tres minutos y medio es recogido en las calles, al menos, un animal de compañía que fue abandonado
Un animal no es un regalo sino un ser vivo. Debemos seguir concienciando y educando a los niños y los más jóvenes en el concepto de los animales como seres vivos que sienten y en el respeto y cariño que merecen

NO COMPRES ADOPTA, SALVARÁS DOS VIDAS LA DEL ANIMAL QUE SE ADOPTA DEL REFUGIO Y LA DEL QUE ENTRA DE LA CALLE PARA OCUPAR SU LUGAR

miércoles, 27 de noviembre de 2013

NO LE DEJES UNA MUERTE DULCE¡¡¡

¿ Los perros pueden comer caramelos? 
Esta noticia es muy interesante para todos los golosos. Esta dedicado al peligro que corren las mascotas de perecer por un caramelo. Los animales tienen sus premios en la tienda de animales expresamente pensado para ellos pero nunca debemos de darles gominolas, chicles, ni galletas, y no porque dejen de guardar la linea¡¡

El peligro reside en un componente habitual de las gominolas el XILITOL es un azúcar de alcohol extraído de la corteza del abedul que se emplea frecuentemente como sustituto del azúcar en gominolas, chicles, galletas y pastas de dientes. Se ha extendido su uso debido a la propiedad que tiene de no ser fermentado por las bacterias y por tanto no formar placa bacteriana en las personas,(incluso se considera seguro en diabéticos ) es decir para nosotros muy bien, pero que sucede en nuestras mascotas...
En perros se ha documentado la toxicidad potencialmente mortal tras el consumo de productos que lo contengan. En gatos no esta documentado.
El xilitol provoca en perros, a dosis mínimas un aumento en la producción de insulina por lo que cae en una hipoglucemia severa. A dosis mayores puede provocar una insuficiencia hepática debida a la necrosis que produce durante la detoxificación en el hígado. Los síntomas se manifiestan como vómitos, mareos, temblores incluso el coma y la muerte. Sus efectos pueden aparecer de forma rápida después de haberlas comido.
Por tanto las gominolas son un premio que puede convertirse en un mal desenlace. Algo tan inofensivo para nosotros puede ser un veneno para ellos.

  • Elige un premio adecuado para tu mascota y vigila su alimentación.
  • En caso de intoxicación acude a tu veterinario de confianza.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

NO permitas que un gusano le ROMPA el corazon

¿QUE ES LA FILARIOSIS?
 La filariosis también conocida como dirofilariosis o enfermedad del gusano del corazón, es una enfermedad con amplia distribución en España que afecta principalmente a perros. Se transmite por picadura de mosquito y consiste en la presencia de gusanos que se alojan en el corazón y pulmones del perro, pudiendo provocar un fallo cardíaco y la muerte.

¿COMO SE TRANSMITE LA FILARIOSIS?
En un perro infectado los ejemplares adultos de filaria liberan larvas (microfilarias) directamente al torrente sanguíneo. El mosquito ingiere estas microfilarias junto con la sangre y en su interior se desarrollan hasta convertirse en formas infectantes, que se alojaran en su cavidad bucal hasta que vuelva a alimentarse.
El mosquito transmita las larvas del parásito cuando pica a un animal sano. Estas comienzan su recorrido hasta su ubicación definitiva donde alcanzarán la forma adulta y empezarán a reproducirse comenzando así un nuevo ciclo de vida.

¿ESTA MI PERRO EN RIESGO?
La filariosis es endémica en la mayor parte de España (costa mediterránea desde Málaga hasta Tarragona, valle del Ebro, valle del Tormes, Islas Baleares e Islas Canarias, y costa de Huelva y Cádiz)
La época de mayor riesgo se produce entre marzo y noviembre, cuando los mosquitos tienen mayor actividad.
Consulta en el mapa qué nivel de riesgo existe en tu zona



¿COMO PUEDO SABER SI MI PERRO ESTA INFECTADO?
Lleva a tu perro al veterinario de forma regular para someterle a las pruebas de la filariosis.
La fase inicial de la enfermedad puede presentarse sin síntomas, por eso es muy importante visitar al veterinario para comprobar su estado de salud de forma habitual.
Un simple análisis realizado en fresco bajo el microscopio permite comprobar la presencia de microfilarias en la sangre. Sin embargo se aconseja llevar a cabo un test serológico para confirmar o descartar la presencia de formas adultas.

¿QUE PASA SI MI PERRO SE INFECTA?
La infestación por Dirofilaria immitis  es muy peligrosa y, si no se previene a tiempo, puede tener consecuencias fatales.
Los parásitos adultos pueden alcanzar un tamaño considerable (más de 30 cm de longitud) hasta tal punto que impiden el desarrollo normal de las funciones cardíacas y al mismo tiempo, son tóxicos para el hígado y los riñones.
Cuando la enfermedad se encuentra en estado avanzado, los síntomas mas evidentes son cansancio, tos y adelgazamiento (síntomas que se agravan con el ejercicio).
Para los perros que resultan negativos al test serológico existen dos tipos de tratamientos preventivos, el oral (mensual) y el inyectable (anual)
- El tratamiento oral  mensual
En el tratamiento oral se suministran unos comprimidos que inhiben el crecimiento de formas larvales. Estos se administran una vez al mes.
-El tratamiento inyectable anual:
Una única inyección una vez al año a partir de que alcance el tamaño adulto.

lunes, 21 de octubre de 2013



Alergia al gato
 
 
La gente puede ser alérgica a muchas cosas- incluidos los gatos- y la alergia puede manifestarse de diferentes maneras. Algunas personas manifiestan síntomas leves, como picores, estornudos o secreción nasal; otras presentan reacciones cutáneas severas y un pequeño número de personas pueden sufrir episodios graves de asma.
La alergia se debe a que el sistema inmune de la persona reacciona contra determinadas proteínas de origen animal o vegetal (antígenos) y produce anticuerpos y otras sustancias químicas para proteger el organismo. La función habitual de los anticuerpos es atacar a los virus, bacterias y parásitos y estimular la producción de histamina como defensa contra ellos. En las personas que sufren alergia el sistema inmunitario “se equivoca” y se libera histamina en respuesta al contacto con antígenos (alergenos) que no son peligrosos. Esta histamina irrita los pulmones, la nariz, la piel y otros tejidos, provocando tos, estornudos, sibilancias (pitidos respiratorios) y picores.
En cuanto a la alergia a los gatos, el principal desencadenante es una proteína que se secreta en la saliva y la piel de los gatos (no en el pelo ni en la caspa), pero puede encontrarse en el pelo ya que el gato se acicala con su saliva. También se elimina en heces y orina.
La reacción alérgica se desencadena cuando se inhala el alergeno, o cuando la persona alérgica acaricia a un gato, limpia su bandeja de arena o incluso si se sienta donde el gato se ha sentado previamente. Todas las razas de gatos producen alergenos,  aunque hay personas que reaccionan frente a unas razas y no frente a otras (o con síntomas mucho más leves), la única forma de saberlo es exponerse al gato y ver cual es nuestra reacción. Aunque no hay razón científica para ello, muchas personas parecen reaccionar más frente a los gatos de pelo largo, quizá porque se acumulan más alergenos en su manto o porque hay más pelo en el entorno. De cualquier manera, incluso los gatos con muy poco pelo, como los Rex o Sphinx pueden también causar alergia, así que no es fácil determinar cuál es el  tipo de gato “menos alergénico”.
Si convivimos con un gato y nos produce síntomas leves de alergia debemos impedirle entrar en nuestra habitación y mantener la casa (alfombras, cortinas, cojines…) lo más limpia posible, ya que cuanto más alergenos se acumulen en el ambiente más fácil será que nos produzcan síntomas. Los suelos de madera o de cerámica y las alfombras lavables son más fáciles de mantener libres de alergenos que la moqueta. Pese a lo que pueda parecer, pasar la aspiradora no es la solución, ya que puede remover los alergenos y hacer que floten en el ambiente, así que hay que hacerlo con adecuada ventilación.
Es posible que se le recomiende bañar al gato con regularidad, aunque quien se lo sugiera probablemente no tiene gato ¡y no  sabe lo complicado que es seguir su consejo!
Existen algunos productos comerciales para aplicar sobre el manto del gato que podrían reducir los alergenos si son aplicados con regularidad, aunque por el momento hay poca información sobre su eficacia.
Si usted es alérgico, su médico puede recetarle medicamentos que le ayudarán a aliviar los síntomas (también hay productos que se dispensan sin receta); aunque, obviamente, su eficacia dependerá de la gravedad de los síntomas. En general, los antihistamínicos suelen ser el tratamiento de elección  para los síntomas leves como estornudos y picores, aunque a veces  son necesarios inhaladores e incluso esteroides.
Por desgracia, la mayoría de los antihistamínicos suelen producir somnolencia (por ejemplo, se desaconseja conducir) y pueden interactuar con otros medicamentos, así que recomendamos que consulte con su médico.